Fuente de energía estable.
Aunque el boniato tiene un sabor dulce, sus carbohidratos son de acción lenta, lo que significa que elevan gradualmente el nivel de azúcar en sangre, proporcionando energía constante sin bajones bruscos.
Rico en fibra.
Una ración de boniato cubre hasta el 15 % de las necesidades diarias de fibra, lo que mejora la digestión, limpia el intestino y reduce los niveles de colesterol «malo».
Vitamina A: buena para la vista, la piel y el sistema inmunológico.
El color naranja de la batata indica un alto contenido en betacaroteno, que el organismo transforma en vitamina A. Esta vitamina favorece la salud de los ojos, las mucosas y la piel.
Potasio y magnesio: favorecen la salud del corazón y del sistema nervioso.
Estos minerales ayudan a regular la presión arterial, reducir el cansancio, prevenir los calambres y favorecer un sueño tranquilo.
Efecto antioxidante.
Las variedades de batata moradas contienen antocianinas, sustancias que protegen las células del envejecimiento prematuro y reducen el riesgo de inflamación.
Uso:
Lo más beneficioso es hornearlas o cocinarlas al vapor. De esta forma se conservan casi todas las vitaminas.
Combínalas con fuentes de proteínas (pollo, legumbres, huevos) para garantizar una comida completa.
Se pueden añadir a purés, sopas, ensaladas o hornear en forma de chips sin aceite.
El boniato tiene un índice glucémico más bajo que la patata común, por lo que es adecuado incluso para quienes controlan su nivel de azúcar en sangre o desean perder peso sin sacrificar energía.

